El descorche es el proceso ancestral de extracción de la corteza del alcornoque, el corcho. Este trabajo lo llevan a cabo profesionales especializados, con la máxima precisión, empleando una única herramienta: el hacha.
Esta delicada operación se realiza entre mayo y agosto, cuando el árbol se encuentra en una fase más activa de crecimiento y resulta más sencillo retirar la corteza del tronco. La extracción del corcho es el trabajo agrícola, estacional, mejor pagado del mundo.
A lo largo de su vida, el alcornoque puede ser descorchado unas 17 veces, con intervalos de al menos nueve años, lo que significa que la explotación de corcho durará, como media, 150 años.
El primer descorche se llama bornizo y de él se obtiene el corcho virgen, que presenta una estructura muy irregular y una dureza que lo hace difícil de trabajar.
Nueve años después, en el segundo descorche, el corcho, llamado segundero, ya tiene una estructura regular, menos dura.
El corcho de estas dos primeras extracciones no es apto para la fabricación de tapones, de modo que se utiliza para aplicaciones de aislamiento, pavimentos u objetos decorativos, entre otros.
A partir del tercer descorche se obtiene el corcho hembra o de reproducción. Solo este corcho presenta una estructura regular, con lados y barriga lisos y con las características ideales para la producción de tapones naturales de calidad.
El primer descorche se realiza cuando el alcornoque ha cumplido 25 años y el tronco ha adquirido un perímetro de 70 cm, medidos a 1,5 m del suelo. Los descorches posteriores se realizan con un intervalo de al menos nueve años.
No. Los descorches se realizan a mano y sin talar los árboles. Además, el alcornoque realiza un proceso original de autorregeneración de la corteza, lo que le otorga a la actividad de extracción del corcho un carácter excepcionalmente sostenible.
No. Después del descorche, las planchas se apilan bien en estructuras y se dejan al aire libre durante al menos seis meses para que el corcho se estabilice. Este proceso se rige por el cumplimiento riguroso del Código de Prácticas Taponeras.
Un alcornoque vive de media entre 170 y 200 años.
Del alcornoque no se desperdicia nada, todos sus componentes tienen una utilidad ecológica o económica:
El alcornoque más antiguo y productivo que existe en el mundo es el Assobiador (el Silvador), en Águas de Moura, en el Alentejo. Plantado en 1783, este alcornoque mide más de 14 m de alto y su tronco tiene un perímetro de 4,15 m. Debe su nombre al sonido originado por las numerosas aves cantoras que abriga en su ramaje. Desde 1820, ya ha sido descorchado más de veinte veces. En 1991, su descorche produjo 1200 kg de corcho, más que la producción registrada de la mayoría de los alcornoques en toda su vida. Solo de esta extracción se sacaron más de cien mil tapones.
El alcornoque es un árbol de hoja perenne de la familia de las Fagáceas (Quercus suber), a la que también pertenecen el castaño y el roble. Existen 465 especies de Quercus, principalmente en regiones templadas y subtropicales del hemisferio norte. El corcho se extrae de la especie Quercus suber L.
El alcornoque puede sembrarse, plantarse o propagarse de manera espontánea, como suele ocurrir en los alcornocales, gracias a las bellotas que caen al solo.
El alcornoque es originario de la cuenca del Mediterráneo occidental, donde encuentra las condiciones ideales para su crecimiento:
En la antigua Grecia, los alcornoques eran venerados como un símbolo de libertad y honra. Por eso, solo los sacerdotes tenían permiso para cortar estos árboles.
Este hecho se debe a la alta especialización necesaria para que la extracción de corcho se realice sin dañar este preciado bien.
No. El genoma del Quercus suber L. es el mismo, por lo que no existen diferencias significativas con respecto a su origen. No obstante, existen diferencias individuales entre los distintos árboles