Los ensayos científicos, así como el ensayo comparativo de los tapones realizado por el AWRI concluyeron que no existe el tapón perfecto.
"Ningún tapón testado en este estudio puede considerarse totalmente adecuado, teniendo en cuenta todos los criterios evaluados, para el almacenamiento prolongado del vino."
Comunicado de prensa del AWRI, "First results of the AWRI wine bottle closure trial published 12 July 2001"
Los tapones de corcho, en especial los tapones Twin Top, registraron un rendimiento igual o casi igual que los mejores resultados en relación con todos los parámetros clave, sin la presencia de olores a sulfuro u oxidación prematura. Incluso tras un período de 63 meses, el tapón de corcho Twin Top sigue presentando un buen rendimiento.
Según el anterior director del AWRI, el profesor don Peter Hoj, todos los tapones pueden ser mejorados:
"Todos podrían tener un mejor rendimiento: los fabricantes de tapones de corcho necesitan hacer progresos en la reducción de los gustos; los fabricantes de cápsulas de rosca aún tienen «un largo camino por recorrer» en lo que respecta al perfeccionamiento de los revestimientos y al intercambio de gases, así como en la prevención de daños provocados en las cápsulas debido a choques; y, en relación a los tapones sintéticos, sigue considerándose que estos absorben aromas del vino."
Prof. don Hoj, Peter, citado en " Australia pulls out the stoppers", Snow, Chris, Herald Sun, 11 de septiembre de 2004, p. 94
Ningún tapón es perfecto, tal como concluyó el ensayo comparativo de los tapones realizado por AWRI, y sería una irresponsabilidad por parte de cualquier proveedor garantizar la perfección de su producto.
A lo largo de siglos, el corcho ha demostrado un rendimiento notable. En realidad, según vamos aprendiendo más sobre a química enológica después del embotellado, solo podemos admirar la contribución singular del corcho a la conservación y evolución del vino.
Según vayamos siendo capaces de comprenderla mejor, conseguiremos mejorar aún más su rendimiento.
La incidencia e intensidad del TCA sigue bajando, y la reciente investigación demuestra que el corcho posee una consistencia notable en términos de penetración de oxígeno.
Esto no significa que los fabricantes de corcho puedan descansar. Amorim se mantiene constantemente alerta en la lucha contra el TCA. Nuestra inversión en I+D no ayudará a comprender mejor y a controlar la penetración de oxígeno a través de los tapones de corcho y trabajaremos en conjunto con los vinicultores para reducir al máximo el riesgo de «oxidación aleatoria», asociada a las operaciones en las líneas de embotellado.
Los problemas relacionados con el corcho han ido disminuyendo, a la vez que los relacionados con los tapones alternativos han ido aumentando.
Los fabricantes de cápsulas de rosca y los investigadores en materia de vinos todavía están lejos de saber cómo evitar el olor a sulfuro.
Surgen cada vez más preguntas acerca del efecto de la cápsula de rosca en la evolución del vino.
Aunque probablemente se han comprobado un cierto olor a sulfuro en los vinos aislados con tapones de corcho, varios estudios desarrollados por AWRI confirmaron que no son, en modo alguno, tan frecuentes como en el caso de los vinos aislados con cápsulas de rosca.
La reacción de los vinicultores sugiere que las cápsulas de rosca presentan aún más exigencias en la gestión de las líneas de embotellado que los tapones de corcho. Son vulnerables a la variabilidad del acabado de la botella, a defectos de encapsulado y a defectos en la línea de embotellado, es decir, problemas que los defensores de las cápsulas de rosca reconocen.
Estos problemas han existido durante años en las líneas de embotellado y se aplican igualmente a los tapones de corcho. No es realista creer que estos problemas se resolverán simplemente por cambiar el tapón.
El señor Eggins [enólogo jefe de la bodega de vinos Taylor] afirmó que las cápsulas de rosca podrían quebrarse durante el almacenamiento, lo que daría lugar al deterioro del vino debido a la oxidación. Si un vino estuviera almacenado sobre un suelo irregular, la presión ejercida por las botellas superiores podría quebrar los tapones de las botellas inferiores".
Eggins, Adam, enólogo jefe de la bodega de vinos Taylor (que utiliza únicamente cápsulas de rosca) citado por Geoff Strong en el periódico Melbourne Age
La química enológica después del embotellado es una cuestión muy compleja y el tapón es apenas uno de los distintos factores que afectan a la evolución del vino (otros factores incluyen la composición química del vino individual, el volumen y a composición gaseosa del headspace, SO2libre, condiciones de embotellado, etc.).
La investigación está mejorando nuestra comprensión, pero los investigadores en materia de vinos todavía no saben lo suficiente sobre la forma en que todos los factores afectan a la evolución del vino para predecir, mucho menos controlar, lo que va a ocurrir en el interior de la botella.
Peritos como el profesor don Alan Limmer creen que la probabilidad de formación de caracteres reducidos tras el embotellado varía de un vino a otro, de una cosecha a otra, creando exigencias difíciles para los vinicultores que los quieran controlar.
Mientras tanto, el corcho ha dado pruebas a lo largo de siglos.
Es un error equiparar los tapones de corcho de mejor calidad a las cápsulas de rosca, dado que estas últimas presentan una tendencia mucho más acentuada para originar caracteres reducidos en el vino y limitar la evolución del mismo.
Aunque las cápsulas de rosca puedan recomendarse para algunos vinos destinados a un consumo rápido, todavía se sabe muy poco sobre el impacto de las cápsulas de rosca en vinos más complejos destinados al almacenamiento prolongado.
La opinión actual sugiere que los vinos evolucionarán más lentamente con las cápsulas de rosca y que podrán evolucionar para vinos diferentes. Es posible que nunca lleguen a desarrollar los caracteres apreciados por los vinicultores y consumidores en los vinos aislados con tapones de corcho.
En los mercados con más experiencia con las cápsulas de rosca, se detecta un reconocimiento creciente de que la cuestión de los tapones de corcho frente a las cápsulas de rosca está mucho menos clara de lo que los defensores de las cápsulas de rosca pretenden hacer creer.
No. La investigación y la experiencia práctica demostraron que los tapones están sujetos a algún grado de variabilidad. En realidad, ha sido posible demostrar que el corcho muestra un rendimiento de consistencia notable, cuando se trata como es debido.
El elevado grado de consistencia de las cápsulas de rosca depende, en gran parte, de la eliminación de todas las demás fuentes de variación, incluida la variabilidad del acabado de la botella, los defectos de encapsulado y los defectos en las líneas de embotellado, es decir, todos los problemas que los defensores de las cápsulas de rosca reconocen.
Estos mismos factores afectan al rendimiento del corcho, aunque la respuesta de los vinicultores sugiera que las cápsulas de rosca planteen exigencias aún mayores en la gestión de las líneas de embotellado que los tapones de corcho.
Los colaboradores de Amorim podrán asesorar sobre los procedimientos correctos en las líneas de embotellado para ayudar a evitar la oxidación aleatoria (ver Focus, "Choosing and Handling Cork").
El corcho no es la única fuente de contaminación del vino por TCA, por es el cambio de los tapones no eliminará el riesgo de contaminación por TCA. Asimismo, existen otros gustos y sabores que no están para nada asociados al corcho, como el TBA (Tribromoanisol) y los Brettanomyces, de modo que la utilización de tapones sintéticos no protegerá contra los mismos.
"El venerable y venerado decano del vino, Len Evans, Oficial de la Orden de Australia (AO) y de la Orden del Imperio Británico (OBE), ha seleccionado los vinos de la línea aérea Qantas a lo largo de 42 años y es presidente del panel desde hace 37 años. En una prueba realizada recientemente, algunos de sus colegas jurados rechazaron algunos vinos debido al temido y muchas veces citado «gusto a tapón de corcho». El problema fue que los vinos con «gusto» estaban aislados con cápsulas de rosca"
Sydney Daily Telegraph, 11 de marzo de 2006
Los vinicultores e investigadores siguen aprendiendo sobre las interacciones entre el vino y el tapón, incluida la capacidad del tapón para absorber determinados compuestos aromáticos del vino.
En esta fase, parece que los tapones sintéticos tienen una mayor tendencia para absorber determinados compuestos aromáticos del vino, mientras que las cápsulas de rosca absorben pocos o incluso ningún compuesto aromático. El corcho parece situarse en algún punto intermedio.
Es posible que, en algunos casos, la capacidad de alterar el sabor tenga un efecto beneficioso, p. ej., en la alteración de concentraciones elevadas de TDN, que confiere al vino Riesling un olor similar al queroseno.
Algunos investigadores también afirman que el corcho cuenta con la capacidad de eliminar compuestos de sulfuro del vino, lo cual todavía no se ha demostrado.
Los vinicultores comenzaron a usar cápsulas de rosca, en especial en los vinos frescos, aromáticos y de consumo rápido, pero la mayoría utiliza igualmente tapones de corcho.
En lo relativo a los olores a sulfuro, muchos vinicultores se han expresado de forma prudente en lo referente a la adecuación a los vinos de mayor complejidad.
Les preocupa el hecho de que las cápsulas de rosca puedan retardar el envejecimiento en botella, creando vinos «Peter Pan», «congelados en el tiempo», que nunca desarrollen un carácter similar al que desarrollan con tapones de corcho.
Algunos vinicultores volvieron a utilizar el corcho, desilusionados con el efecto sobre la calidad del vino.
Confiamos en que, con el avance de la experiencia, los vinicultores reconozcan el valor que el tapón de corcho puede dar a su vino.
Sería sorprendente que los buenos vinicultores optasen por ignorar completamente los nuevos productos disponibles en el mercado. A pesar de todo, el Enólogo Jefe de Penfolds, Peter Gago, afirmó que las cápsulas de rosca deben demostrar que son capaces de tener un buen rendimiento a lo largo de varias décadas, permitiendo simultáneamente que el vino desarrolle las notas que aprecian los amantes del vino.
Los vinicultores deberán actuar con la debida diligencia y confiamos en que, cuando lo hagan, reconocerán el valor que el corcho puede añadir a sus vinos, valor que ha sido demostrado durante siglos.
De ninguna manera. La aplastante mayoría de los consumidores de todos los mercados prefiere tapones de corcho a cápsulas de rosca (y a los tapones sintéticos).
Incluso cuando los consumidores aceptan las alternativas, siguen prefiriendo el corcho. En los EE. UU. cuatro de cada diez mercados y en el Reino Unido tres de cada diez consumidores afirman que no les gusta comprar vino aislado con una cápsula de rosca.
La investigación demuestra, de forma consistente, que los consumidores aprecian el corcho como un tapón natural y ecológico. Aprecian su asociación tradicional al vino y al facto de permitir que este desarrolle un carácter interesante y complejo a lo largo del tiempo.
Algunos clientes podrán valorar la comodidad de las cápsulas de rosca, pero la mayoría sigue prefiriendo los tapones de corcho. Amorim está investigando la posibilidad de desarrollar un tapón de corcho técnico que consiga competir con la comodidad de las cápsulas de rosca, manteniendo los beneficios del tapón de corcho natural.
Los estudios de mercado han demostrado, de un modo consistente, que los consumidores prefieren el corcho. Valoran el corcho como un tapón natural y ecológico. Aprecian su asociación tradicional al vino y al facto de permitir que este desarrolle un carácter interesante y complejo a lo largo del tiempo.
Incluso en Australia, donde las cápsulas de rosca son más frecuentes, la gran mayoría de los consumidores sigue asociando el corcho a un vino para ocasiones especiales y las cápsulas de rosca a vinos más baratos.
Los vinicultores deben tener cuidado antes de poner en riesgo esa asociación especial al corcho y a los rituales del vino que lo distinguen de las demás bebidas.