La innovación, la investigación y el control de calidad son las máximas prioridades de Amorim. Una decidida apuesta por el I+D y una importante inversión en innovación han contribuido a aumentar el conocimiento sobre el corcho, el vino y la interacción entre ambos. Solo así ha sido posible desarrollar productos de vanguardia que mejoran la calidad de los tapones de corcho y el control de calidad.
La innovación, la investigación y el control de calidad son las máximas prioridades de Amorim. Una decidida apuesta por el I+D y una importante inversión en innovación han contribuido a aumentar el conocimiento sobre el corcho, el vino y la interacción entre ambos. Solo así ha sido posible desarrollar productos de vanguardia que mejoran la calidad de los tapones de corcho y el control de calidad.
Entre los proyectos más disruptivos llevados a cabo por Amorim se encuentra el sistema Helix®, la primera solución de envasado del mundo que mantiene el binomio vidrio-corcho usado desde hace siglos, pero prescinde del sacacorchos. Y NDtech, una tecnología de análisis individual que permite detectar los niveles de TCA de cada tapón con un nivel de precisión increíble y en solo unos segundos.
El liderazgo conlleva una gran responsabilidad. Implica que el Grupo sea absolutamente pionero en el control de la calidad de todas las etapas de la producción
El proceso comienza con medidas preventivas en la dehesa, y continúa tras la saca, en el modo de seleccionar, apilar y almacenar las planchas de corcho. La creación de nuevas unidades industriales cerca de la dehesa es una medida de control de la calidad muy sencilla, pero con importantes efectos, ya que permite minimizar el riesgo de anomalías en los tapones, el producto más exigente del sector.
Además de estas rigurosas medidas preventivas, Amorim aplica a todo el corcho que procesa unas medidas curativas innovadoras de patente propia y sin parangón en el sector.
Todas las planchas destinadas a la producción de tapones pasan por el sistema dinámico de cocción CONVEX®, que impide la contaminación cruzada y produce un corcho más seco y limpio. Este sistema representa una innovación sin precedentes frente a los métodos tradicionales de cocción que, en vez de disminuir, aumentan el riesgo de contaminación de las planchas.
Del mismo modo, el sistema ROSA (Rate of Optimal Steam Application), patentado por Amorim, hace posible una etapa esencial del tratamiento del granulado de corcho al utilizar vapor controlado para eliminar todos los restos de contaminación.
Tras estas medidas, los lotes se someten a cromatografía gaseosa, un riguroso sistema de control de la calidad que analiza los tapones a nivel molecular y consigue detectar niveles mínimos de TCA, por lo que resulta más preciso y fiable que la nariz humana.
Después de este proceso, los tapones se someten a una serie de pruebas y procedimientos para garantizar las especificaciones de los principales productores de vino del mundo. Se miden el tamaño, el grado de humedad y la presencia de aromas y oxidantes residuales en los tapones, se aplican tratamientos a la superficie, y se analizan su capacidad de cierre, extracción e introducción y su capacidad de almacenamiento a largo plazo.