En julio de 2010, al sur del archipiélago de Aland, en Finlandia, entre los destrozos de un navío hundido con cerca de dos siglos, cuyo destino era Rusia, se descubrieron cajas de champán.
Entre estas cajas, se encontraron 47 botellas producidas por Madame Clicquot entre 1839 y 1841 y, sorprendentemente, su contenido se encontró en buen estado.
Tras este descubrimiento, la Maison Clicquot lanzó un programa de investigación, a su nombre: “Cellar in the sea” para poner a prueba el envejecimiento, en el mar, a lo largo de cuatro décadas. Las 350 botellas se sumergieron a 43 m de profundidad con el agua a una temperatura de entre 4 ºC y 6 ºC, en total oscuridad. Se conservó un lote similar, que servía de testigo y los resultados de la degustación estarán disponibles de aquí a 40 años.