El prestigioso productor de vinos australiano Rusden anunció recientemente, tras cinco años de utilización de tapones de rosca (screwcap), su decisión de abandonar el tapón artificial y volver a utilizar tapones de corcho en sus vinos. Este cambio es el resultado de los continuos problemas de calidad provocados por el uso del tapón de aluminio.
Para Carlos Jesus, director de marketing y comunicación de Corchera Amorim, “es alentador constatar que varios de los productores en los diferentes mercados deciden volver al corcho tras tener malas experiencias con tapones sintéticos. En el caso particular de Australia, estas opciones son muy significativas, ya que no se trata únicamente de un vino prestigioso, sino sobre todo, este es uno de los primeros mercados impulsores de los tapones sintéticos”.
En un artículo de la edición de julio de la revista australiana Wine Business Magazine, Christian Canute, enólogo de Rusden, afirmó que la bodega de Barossa Valley tuvo problemas continuados en el mercado, relacionados con la calidad del vino y los tapones artificiales, y que la decisión de volver al tapón de corcho se basa en el excelente rendimiento técnico de este tapón natural.
"Después de una experiencia de cinco años con tapones de rosca ha quedado claro que el corcho es lo mejor para nuestros vinos", afirmó Christian Canute. "Desde el punto de vista técnico, de sostenibilidad, o de ideal del consumidor, el corcho es el mejor aliado del vino", añadió el enólogo.
Rusden es reconocida por su producción de vinos de gran calidad, con precios entre 25 y 85 dólares, consagrados a nivel nacional e internacional. En la última década, Robert Parker es uno de los críticos que evalúa la calidad de estos vinos de modo consistente y con clasificaciones superiores a 95 puntos.
En los últimos anos, Corchera Amorim constata y apoya estos movimientos de regreso al tapón de corcho en varios mercados clave, así como en Reino Unido a nivel de mayoristas. Recientemente, la icónica bodega sudafricana Klein Constantia anunció que volvía a usar el tapón de corcho en su vino blanco premium, el Perdeblokke sauvignan blanc, debido a problemas de reducción con el tapón de rosca, y la bodega Rutherford, con sede en Napa Valley, renunció a la utilización de tapones sintéticos por problemas técnicos y de sostenibilidad.