Un reciente estudio de mercado que se ha llevado a cabo en EE. UU. y Canadá permite confirmar que el corcho es el material preferido por los consumidores para los tapones de vino y que están dispuestos a pagar por ello una cantidad significativamente mayor.
La preferencia por el corcho marca una clara diferencia en lo que respecta al potencial de ventas de los vinos.
De acuerdo con los datos recientes del mercado estadounidense, presentados por Nielsen Scanning Statistics, de las 100 marcas de vino más importantes en el sexenio comprendido entre junio de 2010 y junio de 2016, los vinos con cierre de tapón de corcho experimentaron un incremento del 42 % en las ventas, en comparación con el 13 % de incremento de aquellos que empleaban cierres alternativos.
En los últimos seis años, las marcas que utilizan tapones de corcho han experimentado un mayor incremento en las ventas que aquellas que utilizan cierres alternativos y el número de marcas importantes que utilizan corcho no ha parado de crecer.
Los vinos con cierre de corcho se venden a un precio significativamente mayor. De las 100 marcas principales, el precio medio de venta para los vinos con tapones de corcho se situaba en 13,56 USD –lo que representa 3,80 USD (+39 %) más que el precio medio de los vinos con cierres alternativos.
Un estudio aparte realizado para el mercado canadiense –publicado en julio de 2016 por la American Association of Wine Economists y bajo el título: «La importancia del logotipo ecológico y el tipo de cierre en las expectativas del consumidor, en la percepción del precio y en la voluntad para adquirir vinos en Canadá»– mostró que los vinos con tapones de corcho son los preferidos por los consumidores canadienses, que están dispuestos a pagar 1,69 CAN y 1,29 CAN más por vinos con cierre de corcho natural en comparación con aquellos sellados con tapones sintéticos o de rosca, respectivamente.
El estudio destaca el hecho de que los consumidores perciben la clase de tapón como un indicador clave de la calidad del vino y de respeto por el medioambiente, por lo que tiene un mayor impacto en las decisiones de compra.
Asimismo, el estudio dejó patente que los consumidores más concienciados con la ecología prestan una mayor atención al uso de tapones de corcho natural que cualquier otro reclamo medioambiental, incluida la presencia de logotipos ecológicos en el etiquetado del vino.
En un artículo, publicado en febrero de 2016 en la revista The Atlantic, titulado «Cómo los milénicos (casi) han acabado con el tapón de corcho», se muestran otros análisis sobre las tendencias más recientes en la industria vinícola norteamericana.
El artículo sugiere que los milénicos (es decir, aquellas personas nacidas a mediados de la década de los ochenta) inicialmente estaban dispuestos a probar otros cierres alternativos, por el hecho de seguir nuevas tendencias, aunque ahora han vuelto en masa a los tapones de corcho, especialmente debido a su calidad y a su carácter ecológico.
El artículo aclara que los factores claves que explican la progresiva atracción por el corcho entre los consumidores de vino, incluidos los milénicos, son los rigurosos controles de calidad a los que se somete la industria del corcho, que han permitido una reducción del 95 % de TCA desde 2001, conforme a las pruebas realizadas por el Cork Quality Council, y que han incrementado la concienciación acerca de los múltiples beneficios medioambientales del corcho.
Estas pruebas obtenidas en el mercado norteamericano confirman las investigaciones recientes que muestran que más del 85 % de los consumidores de vino en otros mercados mundiales claves –como Francia, China, Italia o España– prefiere ampliamente el corcho, que se valora como garantía de calidad, como material natural y respetuoso con el medioambiente y como parte integrante del mundo del vino y de las bebidas alcohólicas.