Durante la Cumbre de Oporto de 2019 se subrayó la importancia de un envasado respetuoso con el medio ambiente para el vino y, más concretamente, se destacaron las ventajas de las botellas de vidrio frente a los envases de plástico, y de los tapones de corcho frente a los cierres artificiales.
Existen muy buenas razones por las que el vidrio, el corcho y el vino han sido los mejores aliados durante siglos, pero las cuestiones relacionadas con del cambio climático y la sostenibilidad han vuelto a poner de relieve su importancia.
António Amorim, director general de Corticeira Amorim, explicó en su intervención por qué los tapones de corcho desempeñan un papel fundamental en la sostenibilidad general del sector vinícola. Subrayó las credenciales de sostenibilidad del sector del corcho, su crucial aportación medioambiental y su estrecha vinculación con el mundo del vino, ya que los tapones de corcho todavía generan más del 70 % del valor añadido de este sector. También reveló que Corticeira Amorim va a dirigir en los próximos diez años la plantación de unas 60 000 hectáreas de alcornocales, una iniciativa de vital importancia por la capacidad de retención de CO2 de estos árboles: solo en Portugal, se calcula retienen 14 millones de toneladas al año. Los 2,2 millones de hectáreas de alcornocales que existen en el oeste de Europa son claves para la biodiversidad, ya que albergan una importante reserva de especies animales y vegetales, y ayudan a mitigar el abandono humano de las zonas rurales.
La intervención de Kim Carstensen, director general de FSC International, giró en torno al etiquetado y el envasado, y en ella explicó por qué los materiales con el certificado de FSC pueden reducir las emisiones de carbono y aportar considerables beneficios sociales y medioambientales. Señaló las ventajas concretas de los tapones de corcho y las medidas adoptadas por FSC para mitigar la deforestación y la degradación de los bosques, y se detuvo en la contribución de estos ecosistemas al desarrollo sostenible.
Amorim fue el primer productor de corcho en obtener el certificado FSC para su cadena de custodia en 2010, y fue la primera empresa del mundo en obtener este certificado para el envasado en el sector vinícola.
El Protocolo de Oporto
La Conferencia fue una reunión de seguimiento de la I Cumbre de Oporto que se celebró en junio de 2018 y contó con la presencia del expresidente de los Estados Unidos Barack Obama.
El Protocolo de Oporto se presentó durante la Cumbre de Oporto de 2018, y su declaración de principios pretende fomentar la sostenibilidad. Ya suma más de 130 miembros, entre los que se encuentra Corticeira Amorim, socio fundador y una de sus cuatro empresas mentoras. Entre las demás firmantes se encuentran importantes empresas del sector del vino y del corcho como Marks & Spencer, empresas farmacéuticas como Bial, fabricantes de automóviles como Toyota, instituciones académicas como la Universidad Católica Portuguesa y la Universidad de Oporto, y organismos como el Ayuntamiento de Oporto y Turismo de Portugal.
La base de datos del Protocolo de Oporto incluye casos de estudio como el proyecto Greencork para la gestión y el reciclaje de desechos de corcho, una iniciativa conjunta de Amorim y la organización medioambiental Quercus.
En calidad de empresa mentora del Protocolo de Oporto, Amorim se ha comprometido a fomentar sus principios de sostenibilidad dentro de su esfera de influencia y en su cadena de valor, a animar a sus proveedores a defender tales principios y a trabajar para atraer a nuevos miembros. Porque el cambio climático y la sostenibilidad son asuntos prioritarios en su agenda.