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Colección François Audouze

15 nov / 2023   Corporativas   Entrevistas

Amorim Cork recibe la excepcional colección de tapones de corcho de François Audouze

François Audouze, uno de los coleccionistas más conocidos de Francia y defensor de los vinos más raros y antiguos -como Romanée-Conti, Yquem, Mouton-Rothschild y otros grandes vinos emblemáticos- ha donado su prestigiosa colección de tapones y cápsulas de corcho a Amorim Cork, con más de 4.000 corchos que datan de 1700 hasta nuestros días.

La colección se expone ahora por primera vez en la Heritage House de Amorim, situada junto a la sede de la empresa, en Santa Maria de Lamas (Portugal).

La Heritage House, recientemente inaugurada, espera recibir más de 5.000 visitantes al año. El espacio museológico rinde homenaje a momentos clave de la historia de Amorim, que abarca más de 150 años desde que la empresa comenzó a operar como fabricante de tapones de corcho para la industria del vino de Oporto.

François Audouze posee una de las mayores colecciones de vino del mundo, con más de 40.000 vinos, algunos de ellos tan antiguos como 1690. A lo largo de su vida y de su actividad profesional, ha abierto más de 20.000 botellas. También ha coleccionado cuidadosamente los tapones de corcho, algunos de los cuales tienen más de 200 años.

Desde 2003 ha organizado más de 3.000 "cenas del vino", a las que han asistido destacados coleccionistas y aficionados, y también dirige un conocido blog y una cuenta de Instagram con 54.900 suscriptores: los "Carnets de François Audouze".

Audouze es famoso por su técnica especial de apertura de botellas viejas conocida como "oxigenación lenta", que consiste en extraer muy lentamente el tapón de corcho, 4-5 horas antes de consumir el vino, lo que evita la necesidad de decantarlo y mantiene el vino estable para la comida en la que se va a consumir.

En una entrevista exclusiva, François Audouze explicó que su afición al vino es esencialmente autodidacta, basada en el seguimiento de sus gustos personales. Cuando de joven acudió a una cata a ciegas y probó una botella de Sauternes de la cosecha de 1923, dijo "casi me caigo de la silla". A partir de ese momento empezó a comprar vinos viejos, sobre todo para beberlos, en lugar de guardarlos en una bodega. "En un momento me di cuenta de que la verdad está en los vinos viejos", confiesa.

Tiene un inventario completo de los 40.000 vinos de su colección, con referencia del nombre, la añada e incluso la distancia entre el tapón de corcho y el vino en el cuello de la botella.

Explicó cómo ha evolucionado su gusto con el tiempo: "Cuando era joven bebía muchos coñacs y armañacs, pero ya no lo hago, porque a cierta edad tus preferencias cambian. Descubrí que el champán añejo es maravilloso y ahora compro, muy seria y significativamente, champán añejo. Porque en mi familia se decía que un champán después de 10 años está muerto. Pero es todo lo contrario, ¡empieza a vivir!".

Enalteció la calidad de los tapones de corcho para preservar a largo plazo la vitalidad del champán. "Por poner un ejemplo, la mejor botella de Dom Perignon que he bebido fue de la cosecha de 1929. La mejor Veuve Cliquot era de 1947. El mejor champán que he probado es un Maison Juglar, de una bodega que desapareció en 1829. Bebí una botella de Juglar de 1820. Había tanta emoción que tuve la sensación de que estaba bebiendo ese vino como lo habría hecho un hombre de 1840, ¡y la emoción de pensar que lo que estaba bebiendo era exactamente lo mismo que había bebido un hombre de 1840 era fantástica!".

Añadió que nunca había experimentado un cambio en el sabor de sus vinos por el tapón de corcho. También explicó que está en contra de volver a sellar porque entra aire nuevo en la botella y eso afecta al vino.

Por ejemplo, dice que el mejor vino Chateau d'Yquem que ha probado fue una cosecha de 1863 que aún conservaba su tapón de corcho original. "Era absolutamente fantástico".

En relación con los vinos portugueses, dado que su principal área de interés son los vinos viejos, se ha centrado casi exclusivamente en los vinos de Oporto y Madeira: "¡He bebido más vinos viejos de Madeira y Oporto que mucha gente de Portugal!", dice con una sonrisa.

António Rios de Amorim, presidente y CEO de Amorim, ha manifestado su satisfacción por la donación de la colección de tapones de corcho: "Amorim Cork y Portugal en general son líderes mundiales en la industria del corcho. Muchos de estos tapones antiguos, cargados de historia, vuelven efectivamente a sus orígenes, cerca del mítico alcornocal del Alentejo. Cuidaremos con especial esmero esta magnífica colección, que se expondrá junto a la planta de producción de corcho natural más moderna del mundo.”

François Audouze añadió: "Un día dejaré esta tierra... por lo que, al ofrecer estos corchos a la familia Amorim, creo que el recuerdo de los intensos momentos proporcionados por los vinos seguirá presente. A través de esta donación a una empresa y a una familia que comparten este deseo de eternidad, eso es precisamente lo que intento conseguir."

 

François Audouze storied collectionFrançois Audouze and Dr António Rios de Amorim