El corcho y los cierres artificiales

El corcho y los cierres artificiales Los mejores vinicultores del mundo utilizan tapones de corcho

Porque saben que el corcho brinda las mejores condiciones para la evolución y maduración del vino, los mejores vinicultores del mundo utilizan tapones de corcho para preservar la calidad y el carácter de sus caldos. Pero no son los únicos: los consumidores de todo el mundo también eligen el corcho. Los aficionados al vino de todas las latitudes aprecian el corcho como parte integrante de la degustación de un vino. Estos consumidores valoran las credenciales de sostenibilidad del corcho, las asocian a vinos de calidad superior y están dispuestos a pagar más por un vino cerrado con corcho. Y a la vez observan los cierres artificiales con desconfianza: en el mejor de los casos, son un factor que hace perder puntos al vino; en el peor, son una señal de la baja calidad del producto.

Porque saben que el corcho brinda las mejores condiciones para la evolución y maduración del vino, los mejores vinicultores del mundo utilizan tapones de corcho para preservar la calidad y el carácter de sus caldos. Pero no son los únicos: los consumidores de todo el mundo también eligen el corcho. Los aficionados al vino de todas las latitudes aprecian el corcho como parte integrante de la degustación de un vino. Estos consumidores valoran las credenciales de sostenibilidad del corcho, las asocian a vinos de calidad superior y están dispuestos a pagar más por un vino cerrado con corcho. Y a la vez observan los cierres artificiales con desconfianza: en el mejor de los casos, son un factor que hace perder puntos al vino; en el peor, son una señal de la baja calidad del producto.

"Si observamos todos los grandes vinos del mundo, vemos que nada evoluciona como el tapón, y nada tiene la longevidad del tapón de corcho. La manera en que el vino evoluciona con un tapón de corcho es única y sostenible".

Richie Allen, Rombauer Vineyards

Los consumidores tienen motivos para desconfiar de los cierres artificiales

Los estudios científicos y la experiencia de los productores de vino demuestran que el uso de cierres artificiales puede acarrear varios problemas. La oxidación prematura y la absorción y transmisión de aromas o sabores extraños son algunas de las pegas más asociadas a los materiales sintéticos. Además, los cierres artificiales también pueden ser una fuente de TCA, un compuesto presente en la naturaleza que puede alterar el sabor del vino, y que durante muchos años estuvo exclusivamente asociado al tapón de corcho. A todo ello se suma el hecho de que los tapones de corcho resultan ideales para impedir el paso de líquidos y gases, mientras que los cierres artificiales no logran impedir el paso de gases. Este pequeño detalle puede dar lugar a la contaminación del vino con los compuestos volátiles de pequeño tamaño que existen en el exterior de la botella.

"En una ocasión, un enólogo conocido mío hizo una prueba para descubrir en qué medida los cierres de plástico afectan al sabor del vino. Llenó con agua varias botellas de vino vacías, las tapó con cierres de plástico y las guardó en la bodega. Seis meses después, el agua de algunas de esas botellas sabía como la muñeca Barbie... ¡Y esas eran las mejores!".

Aldo Sohm, sumiller en el restaurante Le Bernardin, Nueva York
Los consumidores tienen motivos para desconfiar de los cierres artificiales
Calidad, seguridad y sostenibilidad

Calidad, seguridad y sostenibilidad

Tras una etapa en la que los tapones de corcho sufrieron una pérdida de cuota de mercado, los cierres naturales han ido ganado posiciones como el mejor aliado de los vinos como consecuencia de los importantes avances en materia de control de calidad e innovación. Y todo parece indicar que no se trata de una vuelta temporal al corcho, porque cuando se busca calidad, seguridad y sostenibilidad, simplemente no hay alternativa a este material. La diferencia está en sus ochocientos millones de alvéolos.

Por este motivo, no es de extrañar que más del 85 % de los consumidores de vino de los principales mercados del mundo prefieran el corcho, y que el 89 % de los vinos presentes en la lista de los cien mejores caldos de Wine Spectator estén protegidos con un cilindro mágico de corcho. En Estados Unidos, el 97 % de los consumidores afirman que el tapón de corcho natural es un indicador de un vino de alta o muy alta calidad. En China, el 97 % de los consumidores creen que el tapón de corcho influye positivamente en la calidad del vino; y en España, el 95 % de los consumidores prefieren tapones de corcho natural, mientras que el 83 % los asocian a vinos de primera calidad. En Italia, un 86 % de los consumidores creen que el tapón de corcho natural es un indicador de un vino de calidad; y en Francia, un 83 % prefieren este tapón.

El simple acto de descorchar una botella es en sí mismo un momento de placer y celebración

En Estados Unidos, el mayor mercado de vino de todo el mundo, la preferencia por el corcho es abrumadora. Para el 93 % de los consumidores de vinos adquiridos para regalar y el 91 % de los vinos consumidos en restaurantes, la elección recae en el corcho. Y un estudio publicado por Nielsen revela que el 72 % de las marcas de vinos de alta calidad de Estados Unidos eligen el corcho.

En mercados en rápido crecimiento, como China, que es en la actualidad el principal destino de las exportaciones de algunos de los mayores productores de vino, el corcho también está muy bien valorado. Los estudios llevados a cabo por Nielsen revelaron que los cierres de corcho se utilizan en el 95 % de los vinos más vendidos en China.

Aunque para la mayoría de las personas el simple acto de descorchar una botella es en sí mismo un momento de placer y celebración, no existían pruebas científicas de la relación entre el corcho y las ocasiones especiales, ni de la relación entre el corcho y la calidad del vino. Hasta que un estudio realizado por la Universidad de Oxford aportó la primera demostración empírica de que los tapones de corcho no son solo técnicamente superiores y más respetuosos con el medio ambiente, sino que también brindan una experiencia más positiva.

En ese estudio se solicitó a 140 participantes que puntuasen vinos protegidos con corcho y con tapones de rosca. Pero desconocían que estaban degustando el mismo vino. Primero se les pedía que puntuasen un vino después de escuchar el sonido del descorche de una botella. Después, que puntuasen un vino en una botella con tapón de rosca. Aunque estuviesen paladeando exactamente el mismo vino, el del tapón de corcho fue considerado un 20 % más apropiado para consumir en ocasiones festivas. Los participantes puntuaron el mismo vino como un 15 % superior cuando se presenta en una botella cerrada con corcho en comparación con el tapón de rosca.

El simple acto de descorchar una botella es en sí mismo un momento de placer y celebración

"El vino no es solo técnica. También es emoción. Y detrás de la emoción están las personas. Me es perfectamente posible soñar con un tapón de rosca magnífico, de calidad superior. Pero debo decir que raramente soñé con tapones de rosca. En todo caso, no sería un sueño".

Philippe Guigal, Domaine E. Guigal